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Al Músico principal: sobre No destruyas: Michtam de David. OH congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres? Antes con el corazón obráis iniquidades: Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra. Enajenáronse los impíos desde la matriz; Descarriáronse desde el vientre, hablando mentira. Veneno tienen semejante al veneno de la serpiente: Son como áspide sordo que cierra su oído; Que no oye la voz de los que encantan, Por más hábil que el encantador sea. Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas: Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos. Corránse como aguas que se van de suyo: En entesando sus saetas, luego sean hechas pedazos. Pasen ellos como el caracol que se deslíe: Como el abortivo de mujer, no vean el sol. Antes que vuestras ollas sientan las espinas, Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad. 10 Alegraráse el justo cuando viere la venganza: Sus pies lavará en la sangre del impío. 11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay fruto para el justo; Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.